El rey que quería escoger al más sabio de sus súbditos para primer ministro

Cuando el escrutinio llegó a los tres últimos, les puso la última prueba. Los colocó en una habitación de palacio en cuya puerta había instalado un cierre complicado. El primero que consiguiese abrir la puerta, sería el elegido.

Uno dibujó cantidad de esquemas de las más ingeniosas cerraduras para ir probando una tras otra. Otro se dedicó a fórmulas matemáticas para averiguar la combinación del candado. El tercero esperó un rato sentado en una silla mientras los otros dos trabajan, luego se levantó, se dirigió a la puerta, le dio a la manilla, y la puerta se abrió. No había estado nunca cerrada.

¿Cuál es la moraleja del cuento?

Nos creemos que vivimos en una cárcel y nos dedicamos a redecorar las paredes constantemente. Pero no es una cárcel. No está cerrada. No necesitamos salir de la celda y luchar por cambiarnos a nosotros mismos y conseguir a la desesperada la libertad, sencillamente porque ya somos libres.”

Charlotte Joko Beck, en “Everyday Zen”

Imagen: Rafael Alemañ

3 respuestas so far »

  1. 1

    Luis Batista said,

    Joko trata de explicarnos con este cuento, que somos criaturas perfectas, obras de la naturaleza y que no tenemos que esforzarnos en cambiar lo que somos, que ya es como dije: perfecto, sino en descubrir cada vez más lo que somos, nuestra verdadera naturaleza, para dejar de sentirnos incorrectos, defectuosos, y acceder a ese reino al cual pertenecemos por derecho propio, el reino de los niños, de los animales, de las plantas, la dimensión del Cielo, el Reino de Dios.

  2. 2

    Zyanya said,

    Hermosísimo.. Gracias por compartirlo!

  3. 3

    luna said,

    es alucinante, pero es cierto las barrera mentales esas son la base de nuestras limitaciones,,,,,solo algo mental, cuando descubres las ideas ke están a la base de tu malestar puedes transformarlas, eliminarlas y crearte unas nuevas.
    Me encantan los colores e imagenes que aparecen en este blog,todas,felicidades


Comment RSS · TrackBack URI

Replica a Luis Batista Cancelar la respuesta